ELLOS OPINAN RD
- Marte y Saturno serán identificables a simple vista, y Mercurio y Júpiter también podrán verse cerca del horizonte. Sin embargo, para agregar Neptuno y Urano a la alineación será necesario el uso de un telescopio o binoculares de alta potencia
Seis planetas del sistema solar -Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno- podrán ser observados más o menos alineados en el cielo nocturno antes del amanecer este 3 de junio.
Es probable que la alineación planetaria sea más visible entre 30 y 60 minutos antes del amanecer, mirando hacia el este desde un punto de vista alto y oscuro con una contaminación lumínica mínima y una vista sin obstáculos de todo el horizonte.
Los astrónomos y observadores de estrellas de todo el mundo deberían estar atentos antes del amanecer del 3 de junio a un “desfile planetario”, una alineación flexible de seis de nuestros mundos vecinos: Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano.
«Si estuvieras en algún lugar del espacio que no fuera la Tierra, estos planetas no parecerían alineados en absoluto», dijo en un comunicado el Dr. Alphonse Sterling, astrofísico del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA. «No es inusual ver dos o tres alineados, pero que seis de ellos se alineen así es poco común».
Marte y Saturno serán identificables a simple vista, y Mercurio y Júpiter también podrán verse cerca del horizonte. Sin embargo, para agregar Neptuno y Urano a la alineación será necesario el uso de un telescopio o binoculares de alta potencia.
Las alineaciones de seis planetas ocurren con poca frecuencia, dependiendo de la órbita y la posición de cada planeta visto desde la Tierra. De hecho, es posible que veamos un nuevo evento así a finales de este año. La misma alineación aproximada de seis planetas podría ser visible en las horas previas al amanecer del 28 de agosto y nuevamente el 18 de enero de 2025.
Esto es ciertamente más común que una alineación planetaria completa, en la que los ocho planetas de nuestro sistema solar parecerían caer en formación aproximada en el mismo lado del Sol. Teniendo en cuenta todos los factores implicados, incluido el plano orbital, la velocidad y la distancia de cada planeta, las estimaciones sugieren que tardaría más de 300.000 millones de años en ocurrir una sola vez.