ELLOS OPINAN RD
Por: Merilenny Mueses
SANTO DOMINGO, RD.- Este domingo se celebra el Día de las Madres, esas reinas del hogar que lo resuelven todo: se las ingenian con poco presupuesto, improvisan con maestría cuando su hijo les avisa a las 11:00 de la noche que tiene que entregar un proyecto, y se han ganado a pulso la frase: “pregúntale a tu mamá”.
La celebración fue establecida oficialmente en el país durante el gobierno del general Horacio Vásquez, mediante el decreto 370 del año 1926.
Las madres son un pilar esencial en la familia dominicana.
Fue impulsada por Doña Trina de Moya, esposa del presidente, y por la educadora Ercilia Pepín, quienes promovieron la importancia de rendir homenaje a las madres. Desde entonces, la fecha se conmemora el último domingo de mayo.
El rol esencial de la madre dominicana

Para la socióloga Thaira Vargas, el Día de las Madres representa mucho más que una celebración simbólica.
En declaraciones a la mesa digital del periódico Hoy, señaló que “es una fecha muy importante porque en la madre descansa todo el peso de la familia, la crianza y de todo el proceso de acompañamiento educativo, social y cultural de la población infantil y adolescente”.
Vargas explica que la figura materna ha sido históricamente el eje central de la familia dominicana, marcada por una cultura matrilineal que define relaciones sociales alrededor de la madre, incluso en contextos patriarcales como el dominicano, donde —dice— el rol de la paternidad sigue siendo poco asumido por muchos hombres.
«Un fuerte machismo donde los hombres todavía no logran asumir en gran parte lo que es el rol de la paternidad. Y al tener varias familias es ese rol se debilita en varias de ellas, lo que ha provocado siempre un gran vacío que las madres han tenido que asumirlo y las abuelas, en el caso de las mujeres migrantes», enfatiza.
Además de criar y educar, las madres también lideran los cuidados en salud, tanto para hijos con discapacidad como para adultos mayores. Esta labor suele recaer casi exclusivamente en ellas, incluso cuando deben cumplir con sus empleos formales o informales.
Mujeres proveedoras y cuidadoras
Según Vargas, incluso en épocas en que las mujeres no tenían acceso a la educación ni al mercado laboral, muchas lograron generar ingresos mediante actividades informales o sistemas de ahorro colectivo, como los populares “san”, e incluso emigraron para trabajar en el servicio doméstico.
En la actualidad, las mujeres que acceden al mercado laboral comparten la responsabilidad económica con sus tareas de crianza y cuidado. Sin embargo, esto también ha traído consigo una sobrecarga, que puede llegar a ser agobiante.
«Para muchas mujeres, esta esta situación de triple jornada en la que tienen que trabajar, cuidar, atender, dar seguimiento a los procesos educativos, los procesos sociales, lograr mantener un sistema de protección interno dentro de la familia, ha supuesto un trabajo tenaz, difícil y que cada vez es más estresante para muchas mujeres», explica Vargas.

Añade que a menudo la sociedad culpa a las madres por los problemas sociales, especialmente a las que encabezan hogares sin la presencia de una figura paterna activa.
«En vez de decirse mujeres jefa de hogar o madre soltera, debe entenderse que son familias de padres ausentes», puntualiza la socióloga.
Las madres de hoy: más conectadas, igual de entregadas
Aunque el amor por los hijos no ha cambiado, las madres de hoy enfrentan una realidad diferente. A diferencia del pasado, donde el rol se limitaba más al hogar, las mujeres modernas comparten sus responsabilidades con el desarrollo personal y profesional.
El acceso a la tecnología también ha transformado su manera de criar: hoy pueden consultar especialistas en línea, leer revistas digitales de crianza, asistir a terapia psicológica virtual y estar en contacto permanente con sus hijos, incluso a distancia.
Muchas han decidido romper patrones heredados y aplicar nuevos modelos de crianza más conscientes, apoyadas por información disponible al alcance de un clic.