ELLOS OPINAN RD
Por: Merilenny Mueses
SANTO DOMINGO, RD.- El Jardín Botánico Nacional no es solo una zona verde para hacer ejercicios, fotos o picnics. Es el epicentro de la vida natural en Santo Domingo. Gracias a su biodiversidad, este espacio permite que los ciudadanos respiren aire puro, que se complete el ciclo del agua, se reduzca el calor, se eviten inundaciones y se conserven hábitats esenciales. Es, como lo describen expertos, un “museo natural” vivo.
En medio de un debate sobre su posible intervención como parte de un plan del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para descongestionar el tránsito en la avenida República de Colombia, surgen las preguntas: ¿Cuál es su importancia y qué pasaría si no existiera?
Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso
En ese contexto, el técnico del herbario del Jardín Botánico, Wady Martínez, conversó con el periódico Hoy sobre el valor ambiental y científico de este pulmón urbano.
¿Qué aporta el Jardín a Santo Domingo?

Martínez explicó que, de acuerdo con un software que está desarrollando, el Jardín fijaría cada año cerca de 600 toneladas de dióxido de carbono y almacenaría unas 8,000. Esta capacidad de absorber gases contaminantes lo convierte en un escudo frente al aumento del parque vehicular y la contaminación que esto implica.
“Es un pulmón, ya que a medida que aquí aumenta la población, aumentan los vehículos, un mayor almacenaje de dióxido de carbono por la combustión de los vehículos, entonces el Jardín sirve para poder filtrar la ciudad de Santo Domingo”, señaló.
Además, preserva parte de la flora endémica de la isla y representa varios tipos de bosques, como el subtropical húmedo. Sus suelos vírgenes permiten que se complete el ciclo del agua y se reduzcan riesgos como las inundaciones.

«En el Jardín, si llueve no se inunda, porque el agua tiene un ciclo de infiltrarse para poder almacenarse en los mantos freáticos (capas de agua subterránea que se acumulan a cierta profundidad en el suelo). Cuando cae agua en los pavimentos, en las avenidas, que no hay por donde infiltrarse el agua, se queda arriba», explicó.
También destacó que la idea de pavimentar patios y zonas verdes en zonas urbanas contribuye a romper ese ciclo, agravando los efectos de lluvias intensas en las ciudades.
Servicios ecosistémicos del Jardín Botánico

- Alimentación
- Biocombustibles
- Reducción de dióxido de carbono
- Hábitat
- Refugio de las plantas internacionales
- Oxígeno
- Permite completar los ciclos naturales
¿Qué pasaría si el Jardín desapareciera?
Martínez advirtió que la temperatura en la ciudad aumentaría por la falta de un regulador natural. La ausencia de árboles implica menos absorción de dióxido de carbono y, por tanto, mayor acumulación de calor en la atmósfera.
“Los árboles utilizan el dióxido de carbono para poder ejercer la fotosíntesis (…) si no hay algo que vaya de manera natural recolectando dióxido de carbono, almacenándolo en su estructura(…)», lo que sucede es que se almacena más calor de lo necesario y de eso es el producto de la temperatura actual y el cambio climático, puntualizó.
Hábitat y refugio para la biodiversidad

El Jardín también alberga especies migratorias y endémicas, entre ellas aves, mariposas, anfibios y microorganismos fundamentales para el equilibrio del ecosistema.
“Cuando tú fragmentas un bosque para construir, tú estás desplazando esos animales, eso conlleva a que se extingan”, detalló Martínez.
«Este Jardín es como un museo natural, ya que representa cómo era la ciudad antes de la urbanización o del crecimiento poblacional«, subrayó.