Cuando dices “contigo ya no necesito nada más” y encima te crees esta frase, es cuando puedes caer en dicho apego, y dicha sumisión, sacrificándote como si de una culto religioso enfermizo se tratara. Esto te lleva a la no autorealización.
Te puede llevar a creer que tu felicidad depende de otra persona y eso al mismo tiempo te hace dependiente e incompleto.
Es decir creas un amor de complemento, como si a ti, tu pareja, te complementara. Cómo bien se dice “amor de protesis” y eso, creo que, francamente no está nada bien.