Inicio INTERNACIONALES La historia de Emmanuel y Brigitte Macron: de un escándalo juvenil a...

La historia de Emmanuel y Brigitte Macron: de un escándalo juvenil a un matrimonio bajo los focos

109
0

ELLOS OPINAN RD

PARIS, FRANCIA.- La relación entre Emmanuel Macron y Brigitte Macron se ha desarrollado ante la vista de Francia como una auténtica crónica de amor política. Ya en sus memorias el presidente describió su vínculo como «un amor a veces clandestino, escondido, incomprensible para muchos».

Un complicado inicio

Todo comenzó en Amiens, en el norte de Francia, a principios de la década de 1990. Entonces Emmanuel era un estudiante de 15 años en el colegio jesuita La Providence y Brigitte Trogneux, de 40 años, dirigía las clases de teatro y literatura.

La historia de Emmanuel y Brigitte Macron: de un escándalo juvenil a un matrimonio bajo los focosEl presidente de Francia, Emmanuel Macron (derecha), y su esposa, Brigitte Macron (izquierda), reaccionan mientras posan para fotos con el presidente de Vietnam, Luong Cuong, y su esposa, Nguyen Thi Minh Nguyet (ambos no aparecen en la foto), durante una reunión en el Palacio Presidencial en Hanoi, Vietnam.

Una vecina recuerda que, con ramos de flores, el joven Macron acudía a la casa de la hermana menor de Brigitte: todos pensaban que cortejaba a una de las hijas de la profesora.

La sorpresa fue que sus flechas de amor apuntaban a la propia maestra. Aquel idilio sembró pronto la polémica en la conservadora Amiens. Durante el curso 1993-94 Emmanuel confesó su amor y ambos comenzaron una relación en secreto, incluso llevando al escenario la obra El arte de la comedia juntos.

Sin embargo, circuló el rumor de su romance: cartas anónimas llegaron al rector del colegio y a las casas de ambos, recriminando lo que consideraban un comportamiento reprobable.

Su relación se mostraba ilegítima ante la ley francesa, que prohíbe las relaciones sexuales de profesores con alumnos menores de 18 años (aunque el consentimiento general es 15).

Ante la presión social, los padres de Brigitte la aislaron, avisándole que su futuro quedaría marcado si continuaba con ese vínculo.  Los padres de Emmanuel reaccionaron enviándolo a terminar sus estudios en París, lejos del escándalo.

La siguiente fase

Así terminó la primera fase de este amor, con ella quedándose en Amiens con sus tres hijos y él partiendo a la capital. Años más tarde, el joven Macron cumpliría su promesa: «No te desharás de mí, volveré y me casaré contigo», le dijo al despedirse.

Mientras tanto, Brigitte se centró en su familia y su trabajo docente. En 2006 obtuvo el divorcio oficial de André-Louis Auzière –el banquero con quien había estado casada desde 1974 y con quien tuvo tres hijos–.

Al año siguiente, el 20 de octubre de 2007, Brigitte Trogneux contrajo matrimonio con Emmanuel Macron, ya exalumno suyo.

Según sus declaraciones posteriores, ella había aplazado esa unión «por mis hijos», para no «destrozarles la vida». Finalmente, todos sus hijos aceptaron la nueva relación: «Ellos lo aceptaron. El resto es escoria», comentó Brigitte en alusión a las críticas externas.

En la vida de pareja posterior, Emmanuel Macron inició su carrera profesional y política en París. Tras trabajar en la banca de inversión, en 2012 ingresó al servicio público y en 2014 fue nombrado ministro de Economía.

Brigitte continuó ejerciendo como profesora (de francés, latín e historia) y se convirtió en su consejera más cercana. Su papel cobró relevancia especialmente durante la campaña presidencial de 2017.

Por entonces, Macron lanzó el movimiento En Marche! y Brigitte le acompañó constantemente: revisaba sus discursos y ordenaba su agenda. El periodista Marc Ferracci, asesor de campaña y testigo de la boda del 2007, resumió su influencia: «Emmanuel Macron no habría podido embarcarse en esta aventura sin ella… Su presencia es esencial para él»

Tras el primer turno electoral, el propio Macron le rindió homenaje público: «Sin ella, yo no sería quien soy», dijo agradeciéndole por estar «siempre presente» en todos los actos de la campaña.

La victoria de Macron

La elección de Emmanuel Macron en mayo de 2017 inauguró un nuevo capítulo. Brigitte pasó a ser la Primera Dama de Francia, aunque la Constitución gala no le asigna un estatus oficial.

Por tradición, sí cuenta con una oficina en el Palacio del Elíseo, asistentes y seguridad, y suele acompañar al presidente en las visitas de Estado y actos oficiales.

Este protagonismo generó un debate público inédito: en abril de 2017 surgió una petición en internet, firmada por cientos de miles de personas, que reclamaba suprimir cualquier remuneración o presupuesto públicos para la «Primera Dama», denunciando la «hipocresía» de mantener esa figura.

El Gobierno respondió que no habría cambios constitucionales, pero sí acordó clarificar las funciones oficiales. Macron, por su parte, había expresado en campaña que Brigitte «tendrá el rol que siempre ha tenido a mi lado, no estará escondida» y que debía tener «voz y voto» en sus iniciativas.

Con el paso de los años, la pareja presidencial ha mantenido una imagen de solidez y complicidad. Los medios franceses e internacionales destacan su cercanía y el papel activo de Brigitte en la carrera política de su esposo.

Aunque la diferencia de edad –25 años– sigue siendo comentada, muchos señalan que quedó superada por la estabilidad que han demostrado.

Un artículo reciente de VoxPopuli resumió la percepción actual: «son uno de los matrimonios más sólidos del panorama internacional» tras 17 años de casados, recordando cómo aquel amor «fue todo un escándalo» cuando él era estudiante y ella su profesora.

La relación Macron ha evolucionado de un amor prohibido en un pueblo conservador a ser parte integral de la imagen pública de la Quinta República. Como destaca el propio presidente, esta historia personal ha definido «su vida y su carrera política».

Hoy Brigitte Macron ejerce su rol sin esconderse, y la evolución de su pareja presidencial se mantiene documentada con profusión en la prensa, constatando que aquel romance juvenil finalmente se impuso a las barreras iniciales.

El 25 de mayo de 2025, durante su llegada a Vietnam en una visita oficial, Emmanuel Macron protagonizó —sin preverlo— un episodio viral.

En una imagen captada por medios locales, se observó cómo Brigitte, desde la puerta del avión presidencial, colocó ambas manos sobre el rostro de su esposo y le giró la cara con un gesto que fue interpretado por muchos como un golpe o una bofetada.

El momento fue breve y quedó sin explicación pública inmediata, pero provocó una ola de especulaciones y bromas en redes sociales.

La oficina presidencial descartó cualquier incidente grave. Voceros lo describieron como «una escena de pareja«, y miembros del entorno del presidente lo atribuyeron a «un momento privado, sacado de contexto».

Algunos lo calificaron como una muestra del tono franco e íntimo que caracteriza la relación entre ambos. Otros, como una ventana momentánea al desgaste que puede producir la vida política compartida.

Pero incluso ese episodio, que circuló con rapidez entre medios y redes, no alteró la imagen de un matrimonio que, tras más de tres décadas de conocerse, se mantiene unido frente al escrutinio público. De una historia que empezó como tabú, Brigitte y Emmanuel Macron han hecho una narrativa de resistencia y mutuo respaldo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí