ELLOS OPINAN RD
Por: EFE
- Miembro fascinante del aparato reproductor masculino, el pene es un semáforo de la vitalidad y la sexualidad del varón
“Dónde está situado en nuestro organismo, cómo es por fuera y por dentro, por qué se agranda, endurece y encoge, cuál es su doble utilidad o los porqués de su higiene íntima son preguntas que requieren respuestas claras para el conjunto de la población”, afirma la médica y cirujana Carmen González Enguita.
Y para comentar los detalles más sobresalientes del pene, la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid relaciona hasta diez curiosidades que aúnan los conocimientos y los datos básicos necesarios para el amplio abanico arcoiris de hombres y mujeres.
PENE, FALO, FUSTE, SEÑOR O LINGAM
La palabra falo, del griego ‘phallos‘ y del término latino ‘phallus‘, se refiere al pene en erección como símbolo floreciente y sagrado de la sexualidad y virilidad masculinas. Se le atribuyen poderes protectores, de fertilidad y de buenos o malos augurios.
En la historia del arte, la mitología o durante las diferentes culturas humanas antiguas y modernas, el pene siempre ha sido objeto de culto, asociado con la habilidad, la sexualidad, la reproducción, el amor o la prosperidad.
A modo de ejemplo, aparece representado en los jeroglíficos y bajorrelieves egipcios, en múltiples glifos mayas (grabados o pintados), en todas las series pictóricas de la historia, incluso en el arte religioso, además de su veneración en la literatura y los cánticos místicos y populares.
En la arquitectura y en la escultura al pene se le conoce con el término de fuste o parte de la columna entre la basa y el capitel.
Freyr (que significa ‘señor’) fue el dios de la fertilidad en la mitología nórdica; vinculado directamente a las cosechas, al sol, la lluvia, la virilidad y a las bodas.
En la mitología hindú, un lingam (marca o signo) encarna al dios Shiva, símbolo abstracto del pene que implica energía creativa y unión de los opuestos, lo masculino y lo femenino.
En Grecia y Roma, Eros o Cupido exteriorizan el poder del amor, el erotismo y la sexualidad.
Con un arco y unas flechas, este niño desnudo y alado, hijo de Afrodita o Venus (diosas del amor y la belleza) y de Ares o Marte (dioses de la guerra), provoca el deseo entre los dioses y los humanos.
ANATOMÍA DEL PENE
El pene es un órgano único para cumplir con la función reproductiva, sexual, y con la micción.
Se localiza en la parte frontal exterior del cuerpo masculino, entre ambas piernas. Su estructura es tubular, flexible, y está compuesta principalmente de tejido eréctil, esponjoso y cavernoso, vasos sanguíneos (arterias y venas) y nervio sensitivo pudendo (dorsal).
Contiene en su interior tres zonas cilíndricas de tejido eréctil, dos paralelas o cuerpos cavernosos en la parte superior, y una zona inferior o cuerpo esponjoso, donde también se aloja el conducto uretral, como si estuviera mirando al suelo.
El pene se visualiza desde su base a través de su propio cuerpo y el glande, la parte redondeada, cabezuda y sensible, que se encuentra en su extremo distal.
Allí, en la punta del glande, se ubica el meato uretral o final de la uretra (conducto interior que discurre desde la vejiga), por donde se excreta la orina y se eyacula el fluido seminal.
Este orificio se recubre con una piel muy suave llamada prepucio, que puede ser eliminada del glande total o parcialmente mediante cirugía de circuncisión.
Durante la excitación sexual, estas estructuras tubulares se llenan de sangre, lo que produce la erección y, físicamente, la posibilidad tanto de la masturbación como de la penetración en los contactos sexuales de pareja.
La circuncisión o exéresis es una práctica quirúrgica que se lleva a cabo fundamentalmente por razones médicas, auque esta intervención se realiza también por motivos culturales y religiosos, como parte de creencias muy arraigadas o tradiciones rituales.
Esta práctica se hace normalmente poco después del nacimiento del varón o durante su infancia. En otros casos, los menos, en plena adolescencia o en etapas adultas de la vida.
Las razones clínicas que aconsejan una circuncisión se deben a problemas causados por la fimosis, cuando el prepucio encapucha el glande y no permite la erección sin obstáculos.
Además, la circuncisión se indica si la piel redudante causa problemas en las relaciones sexuales de pareja, por higiene o por motivos de salud, ya que puede prevenir o minimizar infecciones recurrentes en el tracto urinario y ETS (enfermedades de transmisión sexual).
TAMAÑO, FORMA Y FUNCIONAMIENTO DEL PENE
Quizás, una de las curiosidades más importantes que se elevan incluso a la categoría de mito es hablar del tamaño (longitud y grosor) del pene.
Numerosos estudios poblacionales acreditan que la longitud aproximada del pene en erección, medido desde el hueso púbico hasta el meato, se sitúa entre los 12 y los 16 centímetros. El grosor, con el pene endurecido, se aproxima a los 11 centímetros.
Poco más del 5% de los varones tendrían un “micropene”.
Es indispensable destacar, por tanto, que el tamaño (longitud y grosor) y la forma del pene varían entre los hombres y que estas diferencias son normales y que no deben afectar a la función miccional, sexual o a su capacidad reproductiva.
Cabe recordar, atestigua y certifica la Dra. González Enguita, que el tamaño y el grosor del pene no son los únicos factores determinantes para obtener la satisfacción sexual.
En toda relación de pareja sabemos que la comunicación, la conexión emocional, la técnica sexual y el bienestar general son fundamentales para mantener una vida sexual satisfactoria.
El pene no tiene músculos: ¿Y entonces, cómo adquiere ese tamaño y esa dureza durante la erección?
El mecanismo para lograr y mantener la erección es muy complejo.
Después de la estimulación sexual, actúan e influyen diferentes elementos, como el flujo sanguíneo (salud cardiovascular), el tejido eréctil, la respuesta hormonal, la respuesta nerviosa y, también, la respuesta psicológica.
De una manera sencilla, diré que el sistema nervioso pone en marcha y desencadena una serie de respuestas después de la excitación cerebral.
A la vez, se produce una relajación del músculo liso en las arterias y cuerpos cavernosos del pene, lo que permite un aumento del flujo sanguíneo; sangre oxigenada que dilata y llena este espacio peneano.
En cambio, las venas del pene se comprimen impidiendo que la sangre con poco oxígeno siga su camino natural. Se acumula en los cuerpos cavernosos y, consecuentemente, se fortalece la erección.
Cuando este mecanismo no funciona estaremos hablando, en muchos casos, de una patología muy prevalente, la disfunción eréctil.
Y de nuevo, aconsejo que se consulte con el especialista en urología en el caso de que haya problemas o deficiencias en la erección para realizar un diagnóstico precoz y certero y poder buscar posibles alternativas terapéuticas.
LA VIDA NOCTURNA DEL PENE HASTA QUE AMANECE
Si el varón siente erecciones involuntarias que se producen mientras dormimos o minutos antes de despertarnos estaremos hablando de una característica fisiológica normal de nuestro organismo.
De manera general, es una respuesta natural que sucede durante la fase REM del sueño, cuando se produce un movimiento rápido de los ojos.
En esta fase del sueño profundo, aproximadamente el 25 % del tiempo en adultos jóvenes sanos, el cerebro demuestra mucha actividad. Las neuronas motrices están bloqueadas y el individuo no se mueve en el lugar de descanso.
Este tipo de erecciones involuntarias, que se produce desde que los niños varones son bebés hasta que son viejos, ayudan a desarrollar y conservar el mecanismo de estimulación para la oxigenación y la vascularización de los cuerpos cavernosos.
No se pueden evitar o detener de manera fácil.
Incluso es un indicador de salud al ser un proceso biológico que no tiene una acción claramente explicada. Si un varón no tiene erecciones involuntarias podríamos estar frente a un indicador de enfermedad, un problema médico subyacente.
En la inmensa mayoría de casos, estas erecciones involuntarias nocturnas o matutinas no están relacionadas con el deseo sexual, pensamientos eróticos o sueños sexuales. Son una función refleja del cuerpo y no indican un estado de excitación sexual consciente.
La forma del pene puede variar significativamente de un hombre a otro, observándose ciertas curvaturas, digamos naturales. Estas variaciones pueden ser normales y no necesariamente indican un problema de salud.
Sin embargo, hay situaciones en las que estas incurvaciones del pene pueden ser suficientemente pronunciadas como para interferir en el contacto sexual y la penetración.
La enfermedad de Peyronie, quizá la más conocida, se diagnostica cuando alguna estructura del pene se endurece o forma tejido cicatricial, causando una curvatura patológica que podrá cursar con dolor durante la erección.
A veces, podremos palpar esa placa cuando está muy evolucionada a nivel del cuerpo del pene.
Se desconoce el origen exacto de este tipo de lesiones, pero es muy posible que guarden relación con microtraumas repetidos durante el acto sexual individual o de pareja, o en otras actividades.
Lo que sí sabemos es que el paciente se asusta mucho cuando sufre esta patología, y no sólo cuando se toca la placa, sino sobre todo al ponerse de manifiesto la incurvacion que le impide desarrolar relaciones sexuales adecuadas.
La enfermedad de Peyronie es un motivo serio para consultar con l@s urólog@s… y el tratamiento se efectuará según el tipo de curvatura. La mayoría de las veces requerirá una terapia quirúrgica.
El pene, a veces, se hace pequeño. Este encogimiento se produce ante situaciones de miedo, autodefensa, estrés o por el frío, ya sea el agua o la temperatura ambiental. La idea es conservar el calor.
Se produce una vasoconstricción, un estrachamiento que obstaculiza el libre flujo sanguíneo, disminuyendo la sangre que entra en los cuerpos cavernosos y, a su vez, el tamaño del pene.
Este fenómeno natural de empequeñecimiento, reversible, no debe motivar la preocupación, ya que estamos ante una manera que tiene el organismo de enfrentarse a las situaciones, entre comillas, de peligro.
La última curiosidad que quiero contar, quizá la más sencilla de poder controlar, es de manual: la higiene genital para prevenir enfermedades y mantener su buena y deseada salud.
El pene, como cualquier zona del cuerpo, debe lavarse suavemente por la delicadeza de la piel, sobre todo el prepucio y el glande, que habrá que descubrir en el caso de que la persona sufra fimosis.
Recomendamos agua tibia y jabones que no contengan en su composición sustancias químicas agresivas o perfumadas que puedan irritar esta piel tan sensible.