ELLOS OPINAN RD
- El país ocupa el primer puesto entre los países de Centroamérica y el Caribe, según la tasa de AVADs (años de vida ajustados a discapacidad) por 100,000 personas
SANTO DOMINGO, RD.- República Dominicana se encuentra dentro de los 10 países de la Región de las Américas con mayor carga en trastornos mentales y ocupa el primer puesto entre los países de Centroamérica y el Caribe, según la tasa de AVADs (años de vida ajustados a discapacidad) por 100,000 personas.
Así lo indica el estudio «Impacto de la salud mental en el sistema de salud dominicano» realizado por IQVIA en alianza con Janssen, empresa farmacéutica de Johnson & Johnson, y presentado recientemente.
El estudio «Impacto de la salud mental en el sistema de salud dominicano» explora el panorama de la salud mental en el país.Esta investigación, en la que participaron médicos tratantes y líderes de opinión, explora el panorama de la salud mental en el país con el objetivo de entender el impacto que tienen estos trastornos en el sistema de salud, entre los que se encuentra la esquizofrenia y el Trastorno Depresivo Mayor (TDM).
La investigación pone en evidencia la importancia de ubicar la atención en salud mental como una prioridad en el sistema de salud, teniendo en cuenta que, según los resultados, aproximadamente el 20 % de la población dominicana padece un trastorno mental.
El Trastorno Depresivo Mayor, la ansiedad, el trastorno bipolar y la esquizofrenia son los que mayor afectan a la población.
Según el estudio, el desconocimiento generalizado sobre los trastornos de salud mental es un factor que ha incidido al aumento de la estigmatización, la consulta tardía, la ausencia de diagnósticos y la asignación del tratamiento adecuado.
Así como la baja inversión de presupuesto asignada a salud mental, el difícil acceso a la atención, la falta de recurso humano y la falta de infraestructura, generando un impacto en la atención de los pacientes con trastornos mentales.
Asimismo, el documento especifica que República Dominicana forma parte de los países de la región que asignan un presupuesto menor al 1 % para salud mental.
Actualmente, el gasto público del país es del 0,73 % del presupuesto nacional, cifra inferior al rango recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es del 5 % al 10 %.
«Según los resultados obtenidos, los médicos perciben que la cobertura para la atención de la salud mental y de medicamentos básicos e innovadores a nivel nacional es bastante baja», refirió el Dr. Julio Chestaro, psiquiatra, a través de un comunicado.
«Este panorama deja en evidencia la importancia de priorizar el acceso a la atención, diagnóstico oportuno y a soluciones innovadoras que permitan mejorar la calidad de vida y la salud mental de las personas, para así, reducir el impacto en el sistema de salud», añadió.
Los trastornos mentales en cifras
En República Dominicana, la esquizofrenia y el Trastorno Depresivo Mayor (TDM) se encuentran entre los trastornos más comunes.
La esquizofrenia, una enfermedad en la que se presenta una deficiencia o alteración en la percepción de la realidad, representa el 23 % de las consultas psiquiátricas en el sistema de atención pública y afecta especialmente a los jóvenes dominicanos entre los 18 y 29 años (48 %), y los adultos entre los 30 y 49 años (29 %).
En esta línea, el 84 % de los psiquiatras entrevistados consideró que los pacientes con esta patología no se encuentran priorizados dentro del sistema de salud. A esto se le suma el estigma y la percepción de priorización de otras patologías más visibles para la población.
Un reto importante también evidenciado en estos pacientes es la falta de acceso al tratamiento como causa del abandono. Según el estudio, el 47 % de las personas que inicia un tratamiento farmacológico, lo abandona.
Estas cifras son apoyadas por la OMS, quienes afirman que solo el 52 % de los pacientes con esquizofrenia se adhieren al tratamiento, lo que resalta la importancia de un enfoque integral que incluya un apoyo continuo, acceso constante a medicamentos y contar con un círculo de apoyo.
Por otro lado, se encuentra el TDM, una enfermedad que se caracteriza por un estado de ánimo deprimido en el que los síntomas principales son la tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o pérdida de interés o placer por las actividades, entre otros. También representa una carga significativa para el sistema de salud y la sociedad.
«La resistencia a los tratamientos está presentando un aumento importante en el deterioro del paciente, de su sistema cognitivo y su calidad de vida; incrementando también la carga económica para el sistema de salud debido a una demanda más alta en consultas médicas, y licencias médicas que imposibilitan a los pacientes a asistir a sus trabajos», aseguró el psiquiatra.
«Aquí, el diagnóstico oportuno, tratamiento adecuado y el acompañamiento integral juegan un papel crucial para que los pacientes puedan alcanzar una vida laboral y personal estable», agregó.
En República Dominicana se han dado pasos importantes para priorizar la atención en salud mental de la población, sin embargo, el estudio realizado por IQVIA pone en evidencia algunas áreas claves de oportunidad que deben ser atendidas, entre las que se encuentran:
- La generación de información, educación y concientización de la población sobre los trastornos de salud mental y la importancia de un diagnóstico oportuno.
- La priorización en la atención de los trastornos mentales en el presupuesto de salud.
- El aumento de cobertura en medicamentos básicos e innovadores.
- La generación de redes de apoyo y acompañamiento a los pacientes.
- La preferencia de estrategias de tratamiento que mantengan la adherencia, y disminuyan así el impacto al sistema de salud.
«Contamos con una gran ventaja y es la existencia y vigencia de políticas y programas públicos que buscan mejorar las cifras de estas enfermedades en el país, solo resta que todos los actores clave del sistema nos unamos para trabajar hacia ese gran objetivo que tenemos en común que es mejorar la calidad de vida de los dominicanos afectados por estas patologías», finalizó Chestaro.